lunes, 28 de abril de 2008

Aplazado.

Hay cosas en la vida que se ven aplazadas, pasan a un "stand by", se escapan de nuevo entre los dedos, como un globo que se fuga de la mano de un niño.

Pero el niño no llora, sólo se queda mirándolo, preguntándose donde irá, hasta donde llegará.

Se los lleva la brisa del atardecer, esa que se cuela por debajo de tu chaqueta y te estremece al acariciarte la espalda, y que cuando se va de tu cuerpo te deja la nariz fría.

Pero ese deseo no conseguido es también un motivo más para seguir el camino paso a paso, para buscar una nueva oportunidad, aunque sea un nuevo "tal vez", aunque quede todo en una esperanza incumplida de nuevo.

No hay que rendirse, ni olvidarlo, sino desearlo con más fuerzas, con pasión, querer hacerlo tuyo, seguir luchando por ello.

Y que cuando veas acercarse de nuevo ese momento especial digas, "ahora si, ahora no se me escapa, aunque lo tenga que aferrar con los dientes, éste es mi momento, lo siento en mis tripas".

Porque esos pequeños momentos especiales es lo que dan significado a todo.Los granos de arena que hacen nuestro castillo, hasta que lo derrumbe la ola, esa que nos llevara al mar. Porque la vida al final son un momento de esos momentos mágicos, que con sus brillantes colores destacan entre la gris monotonia de la rutina.

Así que recuerda al sabio Johnny Walker, "keep walking".

Y aquí una muestra de que muchas veces 1+1 es más de 2.

Disfruténlo.

H.


NajwaJean-Crime.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me en facino... me lleno

E

Anónimo dijo...

Pero no es un deseo perdido y te sigues atando a el con esperanza con fé que mueve más que montañas