jueves, 1 de enero de 2009

Estrellas desorientadas.

Las estrellas tienen vida propia. Ellas a veces también se desorientan, pierden su ruta, se quedan vagando, igual que nosotros. Se descuidan, se extravían, se despistan.

Y ellas no pueden mirar al cielo buscando la Cruz del Sur para orientarse, no pueden confiar en las otras estrellas para encontrar el camino, porque saben que al igual que ellas también pueden estar perdidas.

Otras veces se desvanecen, no tiene fuerzas para seguir su camino.Y cuando al mirar el cielo las ves parpadear es que están buscándolo, mezcla de indecisión y esperanza.

Cada estrella desorientada confunde a su vez a quienes las siguen confiados: marineros, astrónomos, pastores nómadas, tuaregs, soñadores, insomnes y aquellos otros que miran por encima de los demás, que no se limitan sólo a contemplar lo que hay entre el suelo y su nariz.

Haz tu apuesta, elige una y confía en ella, puede que os perdáis juntos, o que encontréis el camino que habías soñado.

Pero yo sólo quiero quedarme un rato más a tu lado, estar aquí viendo como esas estrellas perdidas buscan su camino. Elijamos una y sigámosla.

H.